Introducción
Los suizos Carlo y Leontina Bianchi eran íntimos amigos Mario Botta cuando él les reformó un viejo piso en el pequeño pueblo Genestrerio. Poco después, en 1971, ya recién graduado Botta, la misma familia le encargó el proyecto de una nueva casa, pero esta vez en el campo del cantón de Ticino, a los pies del Monde San Giorgio y con vistas al lago Lugano. Aunque el listado de necesidades era muy similar al de la reforma anterior, una casa económica con habitaciones para una pareja con dos hijos, el proceso de pensar en la nueva casa fue muy distinto. De hecho, vino a ser como construir una casa comenzando por el tejado.